La historia fue inspirada en la vida del filósofo Soreen Kierkegaard y su padre, quien vivió con el miedo de que Dios le arrebataría a sus hijos por un pecado que cometió. El director, Rodrigo Plá, decidió dejar de lado la tradición protestante y danesa, y amoldar la historia a un contexto católico y mexicano.
Esta película combina el formato de animación con el de acción real para contarnos la historia.