Algunos atribuyen el hecho de que la película no logró resonar tanto con el público como la original, a los chistes abiertamente racistas y al alejamiento de las personalidades de los personajes originales para convertirlos en caricaturas del tipo bromas intermitentes fácilmente comercializables.
El hijo de Renato, Laurent, que tuvo un papel destacado en la primera parte, sólo se menciona brevemente y no aparece en absoluto.