La dama de oro

Luego del funeral de su hermana, una mujer viuda, María Altmann descubre documentos de posesión que datan de la década de los años 40, tiempo en el que María tuvo que abandonar Viena, debido a la invasión y persecución nazi contra su ciudad. Los documentos legales indican una herencia, robada por los nazis, de la que María es propietaria. Dentro de los artículos reclamados, se encuentra una pintura de su tía, creada por Gustav Klimt, conocida como “La dama de Oro”, la cual en la actualidad es considerada como parte de la identidad nacional de Austria. Con el deseo de recuperar las posesiones de su familia, María recurre a un joven e inexperto abogado, Randol Schoenberg, hijo de una amiga cercana, a quien le solicita su defensa y representación para el caso.

En Viena, Maria y Randol descubren que el gobierno no desea devolver la pintura, alegando estatutos legales extraños y otros argumentos. Sin encontrar apoyo en su país de origen, María y el joven abogado regresan a Estados Unidos, donde presentan un reclamo ante la Corte Suprema, poniendo en peligro las relaciones internacionales de ambos países.

Inspirada en un acontecimiento real, La dama de oro es una cinta de drama, dirigida por Simon Curtis (Mi semana con Marilyn), escrita por Alexi Kaye Campbell (Waking the Dead), que cuenta con las actuaciones de Helen Mirren (La reina), Ryan Reynolds (Deadpool) y Daniel Brühl (Bastardos sin gloria).