Crítica de SensaCine.com.mx para Cartas de Van Gogh: Un inédito homenaje a Van Gogh

Cartas de Van Gogh se sitúa a un año de la muerte del post impresionista (1853-1890), fecha en la cual todavía existe una carta del pintor que no ha sido entregada a su muy querido hermano Theo.  

La misión de hacer llegar esta epístola al destinatario, recae en el joven hijo del cartero, Armand Roulin, quien irá conociendo a otros personajes pintados –en la vida real- por el holandés, un recuento no tan exacto que resulta sumamente placentero para los seguidores de sus paisajes, habitaciones y modelos improvisados como fueron el propio Armand y su padre.

En la búsqueda de Roulin, se reúnen testimonios de personajes cercanos a Vincent Van Gogh que dan a conocer cómo fueron sus últimos días y que siembran la duda de si realmente se suicidó debido a su esquizofrenia. Por esto último, la cinta decanta en un drama policiaco-detectivesco y no en una biografía documental o dramática como Sed de Vivir (1956), Vida y muerte de Van Gogh (1987) o Vincent y Theo (1990) donde Tim Roth personificó al artista.         

Loving Vincent (su título en inglés), no es un trabajo más sobre la hiper documentada vida y obra del entrañable pintor, ya que tiene varios valores agregados: estamos ante la primera película pintada al oleo fotograma por fotograma (bajo la técnica rotoscópica, donde se calcó el movimiento de actores reales). Su realización requirió la mano de más de 100 artistas para crear los 65 mil cuadros que dieron movimiento a la historia y entre ellos, hubo una mexicana. 

Cartas de Van Gogh es una película emotiva y educativa a la vez, enseña y homenajea las pinturas que marcaron una influencia importante en la plástica mundial.