Vivir y otras ficciones funciona como una especia de secuela de Taxista ful, pero también como una prolongación de la mirada sobre el cuerpo planteada con Fake Orgasm.
Según sus autores, con esta película buscan representar la anomalía, la anomalía como interrupción de lo previsible, como potencia y como última trinchera de lo político.
"Yo me masturbo" es una campaña realizada a través de Internet por los creadores del documental, que emplearon códigos propios de la publicidad para hacer promoción.
Para financiarse, realizaron una campaña de crowdfunding en Verkami en la cual sobrepasaron por 90€ su meta de 15.000€.
El director admite que pare él es muy importante trabajar con actores naturales o no-actores porque “si le dan muchas vueltas, la cosa queda muy artificiosa”. Por ello, entre los protagonistas de Vivir y otras ficciones, ni Pepe ni Antonio son actores profesionales: son personas que reinterpretan sus propias historias. Las dos mujeres que los acompañan en pantalla, Laura (Arántzazu Ruiz) y la asistente sexual (Ann Perelló), sí son actrices de profesión.