Faustina

En una peligrosa expedición, Valentín, un torpe espeleólogo, explora una cueva en compañía de su pareja. Desviado del camino, el hombre tiene un accidente, cuando el suelo que transita colapsa y lo lleva al fondo del lugar. Asustado y buscando una manera de escalar, Valentín se encuentra con un misterioso hombre, vestido elegante, de traje y gabardina, quien se encuentra tranquilamente pescando en un charco. El hombre misterioso se presenta con el nombre de Mogo y le revela que es un demonio que había asignado a una misión, dada por el propio Mefistófeles, a la cuál accedió para escalar posiciones en el infierno. Su misión era sencilla, al menos a simple vista: presentarse con una anciana que, en su desesperación, ha accedido venderle su alma a cambio de volver a ser joven, hermosa y poderosa. En Faustina, el problema es que Mogo, antes de morir y pasar su eternidad en el infierno, conocía a la mujer y fue la razón por la que está en dicho lugar.