Crítica de SensaCine.com.mx para Atrapados: una historia verdadera: ¿Hasta dónde puede llegar la arrogancia?

El accidente del Kursk es claro ejemplo de las consecuencias que puede traer la arrogancia, en este caso de un país. Basada en una historia real y adaptada a partir de una investigación realizada por el periodista Robert Moore, surgió el guion de Atrapados: una historia verdadera, escrito y llevado a la pantalla por Thomas Vinterberg.

La película retoma el accidente ocurrido a finales del 2000, en el que un submarino nuclear ruso de alta tecnología estalla debido a que los torpedos con los que iba cargado tenían fallas, dejando como resultado 95 muertes y 23 muertos de 118 tripulantes iniciales y un sismo de 3.5 en la escala de Richter en las profundidades del mar de Barents.

En esta adaptación podemos observar la situación política, económica y social de Rusia en aquel año a través de un grupo de marinos, particularmente con Mikhail (Matthias Schoenaerts) y Tanya Averina (Léa Seydoux), un matrimonio destrozado cuando ella escucha el rumor de que algo sucedió con el Kursk.

En busca de respuestas, las esposas y familiares de los tripulantes exigen al gobierno aclare lo sucedido con el submarino y tras una serie de reuniones caóticas, finalmente se informa que hubo una explosión originada por los torpedos y que están en busca de alguna señal de vida. Tras descubrir que sí había sobrevivientes, las autoridades rusas trabajan para rescatar a los marinos. Sin embargo, se dan cuenta que su equipo no es lo suficientemente avanzado para llevar a cabo el rescate y deciden mantenerse callados hasta poder solucionar el problema.

A lo largo de la película el sentimiento de desesperación te consume como espectador, al ver que los rusos fueron capaces de sacrificar vidas humanas antes de aceptar abiertamente que su tecnología no era útil en ese momento y necesitaban ayuda. Por otra parte, la primera mitad de la cinta nos permite empatizar y entender a cada personaje, así como su entorno, tanto dentro como fuera del mar, por lo que al momento del incidente te dan ganas de ir a recatarlos.

El potencial de Atrapados: una historia verdadera es que no se sabe exactamente qué pasó con los marinos que sobrevivieron por un par de días después de las explosiones, lo que permite explorar y plantear una serie de historias alrededor de cada tripulante, agregándole un toque de drama. Las actuaciones en general son remarcables, pero, sin duda alguna, Matthias Schoenaerts se lleva la película. Su trabajo nos permite percibir ese miedo y frustración que sintieron aquellos sobrevivientes mientras no perdían la esperanza de ser rescatados.