Un inmigrante guineano que vive en las zonas marginadas de París, es el protagonista de este documental que nos lleva por el mundo del activismo en la capital de Francia. El protagonista está siempre al frente de batalla para dar demostraciones revolucionarias en contra de distintas posturas: ya sea contra la situación de emergencia o contra las leyes laborales. Esto por supuesto, incluye choques contra la policía y que se tomen tintes de guerrilla urbana.
Sin embargo, el cineasta Sylvain George no toma partido por postura alguna. Con su cámara simplemente registra las protestas, el cómo cada vez son menos concurridas y por lo mismo, más rápidamente aplastadas por los poderes en cuestión.
París es una fiesta - Una película en 18 olas fue filmada durante 2015 y 2016 en París, mayormente durante protestas nocturnas. El cineasta ya había regristrado el nacimiento de la indignación antes en Vers Madrid: The Burning Bright (2012).