La acción en Verenego se sitúa en el pequeño pueblo, del mismo nombre, ubicado en Galicia, España. Es el lugar de origen de los abuelos del director de la cinta, Víctor Hugo Seoane, quien con la cámara en mano se adentra por las callejuelas del pueblo buscando testimonios de gente de diferentes generaciones que habitan en él.
Por medio de diversas preguntas el director explora temas como la relación que tienen con la naturaleza y el significado que para ellos tiene la vida rural. Las declaraciones se intercalan con la historia de la familia del propio cineasta, quien logra hacer un interesante retrato de cómo transcurre la vida en un apacible poblado ubicado entre los montes de Galicia.
Con un ritmo que pretende emular al de la vida en el tranquilo pueblo, el director logra trasladarnos a otro tiempo y sumergirnos en una quietud que resulta difícil de encontrar en cualquier ciudad.