Crítica de SensaCine.com.mx para Verdad o reto: La parte ridícula de un juego mortal

En algún momento de nuestra niñez/juventud todos jugamos 'Verdad o reto', en el que había que ser valiente para escoger entre revelar algún bochornoso secreto o hacer de tripas corazón con la segunda opción y aguantarte si te tocaba hacer cosas asquerosas o indecentes. Tras unos días de fiesta, vacaciones, relajo y en México, Olivia (Lucy Hale) conoce a Carter (Landon Liboiron) y la invita a jugar Verdad o reto junto con su grupo de amigos ¿qué podría salir mal? Una vez iniciada la actividad se devela la demoniaca realidad: nadie puede escapar del juego; los perseguirá a donde quiera que vayan, y quien no quiera participar o falle en su intento de hacer lo que le pidan, morirá.

Verdad o reto es un thriller desarrollado por Blumhouse Productions, conocidos por estar detrás de películas como Fragmentado (2016), la saga de Actividad paranormal, Feliz día de tu muerte (2017), entre otros proyectos de bajo presupuesto y sustanciales ganancias en taquilla. Los adolescentes que están en la universidad o a punto de entrar a ella son su público objetivo, ya que se pueden identificar fácilmente con los personajes y situaciones; he ahí parte del éxito.

Su fórmula parece estar más que establecida, pero en esta película queda a deber: No se siente como sus antecesoras e incluso la parte de jovialidad y fiesta se vuelve un tanto ofensiva por las referencias que hacen en algunos momentos. Más allá de eso, la historia en vez de generar angustia causa risa en varios de los escenarios planteados. Con retos y verdades ridículos, ellos mismos se meten el pie para caer en el terreno de la exageración sin sentido.

A los protagonistas no terminas de creerles y mucho menos de empatizar con ellos. Se entiende que la adolescencia es una etapa de cambios y de búsqueda de personalidad, pero aquí sólo es una justificación para hacer encajar todas las piezas del rompecabezas sin importar lo inverosímil que parezca.

Se agradece que en Verdad o reto no quisieron sobresaltar con screamers y que eviten el uso del CGI para crear las facciones demoniacas, sin embargo, la decepción llega por diferentes lados y termina por redondear una película que nunca te atrapa y se vuelve una más entre el montón de ideas que desde el principio sonaban mal para adaptarlas a la pantalla grande, pero aun así lo hicieron.