Crítica de SensaCine.com.mx para Jojo Rabbit: Hail Taika Waititi!

Taika Waititi es un cineasta que busca constantemente la autenticidad en sus obras. Desde su primera incursión en el cine con Eagle vs Shark dejó claro que el estilo que buscaba establecer tenía como base un humor negro que predominara en sus trabajos, además de convertirse en un impulsor de talentos como el caso de Julian Dennison con Hunt for the Wilder People. En Jojo Rabbit, la nueva película del director neozelandés, estos dos factores vuelven a estar presentes en la que podría catalogarse como la producción más ambiciosa y arriesgada de su carrera como cineasta.

Jojo Betzler (Roman Griffin Davis) es un niño de diez años que con frecuencia es ridiculizado por sus compañeros e incomprendido por su madre (Scarlett Johansson). Jojo no logra encajar en una Alemania que conforme avanza el tiempo se vuelve más fascista, por lo que recurrirá a un amigo imaginario representado por la figura de Adolf Hilter (Taika Waititi), quien lo aconsejará y lo ayudará a enfrentar su dura realidad.

A raíz del lanzamiento del primer avance de esta película, se habló mucho sobre el discurso que esta cinta podría presentar, el cual podría prestarse a la polémica o malas interpretaciones. Incluso en la publicidad oficial se ha recalcado que se trata de “una sátira anti odio”, esto por la delicada época que explora y la sensibilidad de los temas para la sociedad actual. Sin embargo, el quinto largometraje de Waititi no es más que una fascinante, creativa y conmovedora coming of age donde la sátira es el hilo conductor de todo.

“Debes convertirte en un hombre a los 10 años”. A través de la vida de Jojo, la película basada en el libro Caging Skies de Christine Leunens -quien también estuvo involucrado en el guión- cuestiona y expone las discutibles ideas y principios que el gobierno encabezado por Hitler imprimía en las nuevas generaciones de la Alemania nazi. Todo envuelto en la historia  en la vida de un inocente niño en pleno crecimiento que por momentos nos recuerda al cine de Wes Anderson. A pesar de todo, Jojo deberá vivir con la marca que el holocausto dejó en toda Europa.

Al igual que en Hunt for the Wilder People con el caso Dennison, Waititi descubre en Roman Griffin Davis un potencial actor, quien en su primer trabajo en esta profesión nos ofrece una emotiva y honesta interpretación de un infante que debe lidiar constantemente con la tragedia, la humillación en su entorno social y que al mismo tiempo pierde su inocencia, descubre el amor y debe confrontar los valores que su propia nación le ha impuesto. Mención aparte para la entrañable interpretación de Scarlett Johansson como la madre Jojo: lejos, muy lejos de lo que habíamos visto hasta ahora en su periodo con Marvel.

Jojo Rabbit logra salir avante de su arriesgada propuesta donde, a pesar del delicado contexto bélico donde se sitúa, Waititi nos entrega una historia divertida, sumamente emotiva y encantadora que la sitúa como una de las mejores producciones de su irreverente carrera que va más allá de Thor Ragnarok. Hail Taika Waititi!