La cinta representa el último trabajo del actor Nuno Melo, quien falleció pocos meses después del rodaje.
Edgar Pêra estudiaba la carrera de psicología antes de abandonarla para convertirse en cineasta de tiempo completo. Su primer proyecto fue documentar la vida de bandas de rock portuguesas y presentarlas a sus fanáticos, no como rockstars, sino como personas comunes.
En 1938 se canceló por primera vez el Carnaval de Torres Vedras debido al desenvolvimiento de la Segunda Guerra Mundial. Se reinstauró la tradición hasta 1948, después de que un periódico local pidiera que los festejos regresaran.