El documental fue premiado en el Festival de Málaga, con el premio especial del jurado y en el Festival de Zurich, con la mención especial.
El director Pau Ortíz conoció a la madre detenida de la historia, por medio de una ONG que trabaja con mujeres en la cárcel. En sus palabras: “Tenía ganas de grabar algo con personas que estuvieran en una situación difícil, pero que aun así tuvieran las agallas de enfrentarlo… Preferí que la madre no se viera y que fuera solo la voz de una madre ideal, ya que todo el tiempo le da consejos a sus hijos y palabras de aliento”.