Denunciada por parte de personas de Washington enojadas por las acusaciones de corrupción, y prohibida por los estados fascistas en Europa que temían que demostrara que la democracia funciona.
En 1942, cuando se impuso una prohibición de las películas estadounidenses en la Francia ocupada por los alemanes, los cines eligieron Caballero sin espada para su última película antes de que la prohibición entrara en vigor. Según informes, un teatro de París proyectó la película sin parar durante 30 días antes de la prohibición.
Las escenas donde James Stewart deambula asombrado por los monumentos de Washington fueron "robadas", ya que el Servicio de Parques de Estados Unidos había negado el permiso al estudio para filmar cerca de ellos.
El lado izquierdo de Jean Arthur se consideraba su mejor lado, por lo que los sets debían construirse de manera que cada vez que ella ingresara, fuera fotografiada de ese lado.
A lo largo de los años, Frank Capra recibió muchas cartas de personas que se inspiraron en la película para dedicarse a la política.