Crítica de SensaCine.com.mx para Las invisibles: Un viaje de introspección y reconexión humana

Estamos viviendo por momentos realmente delicados socialmente, por lo que necesitamos historias que nos inspiren buenos pensamientos inyectados de una buena dosis de esperanza. Las invisibles justo cumple con esta función, ya quecuenta una historia que conlleva apuro y esfuerzo titánico, ya que después de que el gobierno municipal de una localidad francesa decidiera cerrar un refugio para mujeres en situación de calle, las encargadas del lugar deben encontrar en un tiempo limitado la forma de reintegrar a las chicas a la sociedad, ayudándolas a conseguir trabajo y ser independientes con todo y que algunas son presas recién salidas.

Las invisibles es la cuarta película del director Louis-Julien Petit, quien ha estado muy cerca de proyectos y realizadores reconocidos, ya que a lo largo de su carrera ha sido asistente de dirección e integrante de la segunda unidad del director de películas como El origen (de Christopher Nolan), La invención de Hugo Cabret (de Martin Scorsese), entre otras, por lo que algo les ha aprendido a estos maestros del séptimo arte. La mirada de Petit en esta película es principalmente coral, ya que su trama se cuenta a través de varios personajes, quienes tienen diversos problemas e inquietudes, pero aun así cuando juntan fuerzas pueden lograr cosas complicadas.

Y justo hablando también del reparto de Las invisibles, debía ser variado para reflejar mejor el mensaje en la historia. Audrey Lamy, Patricia Mouchon, Khoukha Boukherbache, entre otras conforman el elenco que tiene de todo un poco: personas muy honestas pese a su pasado, otras con problemas en casa, hay gente joven que justo pone el contrapeso de generaciones, además de mujeres que simplemente quieren pertenecer a una sociedad que las tiene olvidadas. Es justo este ensamble el alma de la película.

Además de todo lo anterior, Las invisibles logra enviar un par de mensajes claros a la audiencia entre líneas y que realmente hacen pensar en que la humanidad muchas veces tiene una máscara difícil de quitar o que confunde, pero en el fondo todos necesitamos apoyo y confianza para alcanzar objetivos.

Una apuesta que quizá para algunos pueda parecer de lenta cocción, pero en realidad cumple su objetivo de entretener y llevar a la audiencia a un viaje de introspección y conexión humana, algo digno de aplaudirse en la situación que estamos cruzando. No todo es blanco y negro, también existen las infinitas variaciones de grises que le dan a la vida esa diversidad que fungen como el motor del alma.