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'¡NOP!': La irrefutable prueba de que el cine no ha muerto (ni lo hará)
por Raúl GodinezDespués de sorprender al mundo con ¡Huye!, ganar un Oscar y reafirmar su estilo con Nosotros, Jordan Peele llega por fin a salas mexicanas con su esperada ¡NOP!, protagonizada por Keke Palmer y Daniel Kaluuya. Una película que, les prometemos, los dejará pensando más tiempo de lo que creen. Al final, de eso se trata el cine, ¿no? No nos quedemos con la inmediatez y fugaz presencia impuesta por los superhéroes.
¡NOP! cuenta la historia de OJ (Kaluuya) y Esmerald (Palmer), hermanos que heredan el negocio familiar de caballos entrenados para cine y televisión tras la trágica y misteriosa muerte de su padre. OJ y Esmerald se encuentran en un punto de la industria cinematográfica donde todo es reemplazable, donde ya cualquier cosa se puede hacer por computadora y dentro de poco, su negocio ancestral, será cosa del pasado.
Al mismo tiempo, el personaje de Steve Yeun llamado Ricky 'Jupe' Park está tratando de compararle los caballos a OJ para poder “agregarlos” a su show pueblerino para los pocos turistas que lleguen a visitar. Todo lo anterior transcurre con normalidad hasta que una noche OJ nota la presencia de un extraño objeto encima del pueblo, seguido de gritos distantes. Al informarle esto a su hermana, ambos se dan cuenta que su pueblo está siendo “visitado” por lo que parece ser un objeto volador no identificado. Es así como los dos hermanos deciden hacer hasta lo imposible para poder filmar el objeto y salir de su miseria económica. ¡Hasta ahí! ¡Hasta ahí les podemos contar sin completamente arruinarles la película!
Peele nos cuenta, de nuevo, una fantástica historia desde el punto de vista de una familia de color, es decir, de la minoría. Ya algo muy común en su corta filmografía. También se ha vuelto un elemento extremadamente atractivo, y en ¡NOP!, no falla. El realizador logra un ambiente amigable y empático con la comedia y la naturalidad de los elementos propios de la cultura afroamericana. No es solo la música, el slang y la forma de vestir, también encuentra la manera de retratar la subcultura de la industria cinematográfica a través de los ojos de sus protagonistas y secundarios. Este elemento es esencial para poder entrar con ojos frescos y abiertos al mundo tan complejo que plantea el ganador del Oscar.
Universal Pictures
Sí, decimos complejo porque la nueva película de Peele es, posiblemente, la más difícil de entender en cuestión de temática y simbolismos, ya que opta por contarla saltando de un tiempo a otro e, inclusive, con el uso de viñetas muy al estilo de Quentin Tarantino. Sin embargo, esto no significa que se equivoca, el género y el descubrimiento de la verdadera trama es lo que mantiene a la audiencia aferrada a su butaca con cada giro de tuerca.
¡NOP! pasa del terror a la ciencia ficción, de éste al western, asi que ¡no puedes quitar los ojos de la pantalla! Y este es el claro objetivo de Peele: la película es un comentario no solo sobre la propia industria, sino también sobre nosotros, los espectadores, los que pagamos el boleto para ver qué otra especie de terror nos dará el cocreador de Key & Peele. ¡Y vaya que este viaje vale la pena! Porque nos vemos reflejandos en el comportamiento de muchos de los objetos plasmados en este guion.
Universal Pictures
Al innovador libreto se suma el espectacular elemento visual de Hoyte Von Hoytema, director de fotografía de la película. Su trabajo no es desconocido para ningún amante del cine, pues ya lo hemos visto bajo la dirección de Christopher Nolan o encuadrando perfectamente al agente 007. Tal vez este aspecto de la película sea el más sorprendente, pues Peele hace una mancuerna de otro mundo con la cámara y demuestra que un presupuesto de la talla que tuvo ¡NOP! (68 millones de dólares) es más que suficiente para contar la narración.
No podemos dejar de mencionar las actuaciones de Daniel Kaluuya, quien no solo es garantía por el premio de la Academia que tiene bajo del hombro, sino que rebasa sus límites con Peele. ¡NOP! es la interpretación más distinta que le hemos visto. Na que ver con Viudad, Judas y el mesías negro u otras. Las palmas las damos a Palmer gracias a su carisma, encargado de llevar a la audiencia al cielo y, literalmente, aterrizarla.
¡NOP! es definitivamente un ¡SÍIIIIU! (los fans de Cristiano Ronaldo lo entenderán) Y prueba irrefutable de estar frente a uno de los más grandes directores y guionistas de todos los tiempos. Original, por sobre todas las cosas. Yo, que pude ver la película antes que todos ustedes, mortales adictos al espectáculo, no podía esperar para volver a verla, y así comprobar teorías que no me han dejado dormir desde entonces y disfrutar de una de las cintas, junto con Top Gun: Maverick, que nos confirman que el cine no ha muerto.
