Los niños protagonistas, Diego Aguilar y Paulina Gil, no son actores profesionales.
Cuenta con el apoyo de Foprocine Producción.
La cinta fue ganadora del Premio Mezcal a la Mejor película en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara, en 2018. También obtuvo el premio a Mejor Dirección.
La cinta es una historia autobiográfica de la directora, sobre el proceso que su familia enfrentó, luego de la muerte de su padre.