En la provincia de Gansu, al noroeste de China, yacen los restos de innumerables prisioneros abandonados en el desierto de Gobi hace sesenta años. Designados como "ultraderechistas" en la campaña antiderechista del Partido Comunista de 1957, murieron de hambre en los campos de reeducación de Jiabiangou y Mingshui. Dead Souls nos invita a conocer a los sobrevivientes de los campamentos para descubrir de primera mano quiénes eran estas personas, las dificultades que se vieron obligados a soportar y en lo que se convirtió su destino.