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    Socias en guerra
    Críticas
    2,0
    Pasable
    Socias en guerra

    De comedia, muy poco

    por Iván Romero

    La amistad de Mia (Tiffany Haddish) y Mel (Rose Byrne) ha pasado por muchas pruebas desde que se conocieron en el colegio, y mientras pasa el tiempo parece que su relación se fortalece; o eso es lo que creen. La vida de ambas no entra en lo convencional; son mujeres adultas que comparten casa, son dueñas de un negocio de cosméticos y no les interesa comprometerse, casarse o tener hijos. Hasta ahí, todo bien. Cuando Claire Luna (Salma Hayek), una empresaria millonaria aparece en sus vidas para salvarlas de una deuda que las aqueja, la relación que Mel y Mia formaron se pone en riesgo.

    Miguel Arteta, director de esta pseudo comedia, es un cineasta puertorriqueño que se ha dedicado en su mayoría a comandar filmes pequeños e independientes, como The Good Girl con Jennifer AnistonUna cena incómoda protagonizada también por Salma Hayek. La decisión de incluir a la actriz mexicana en el filme denota la relación que existe entre ambos y un interés por seguir explorando filmes después de haberle dado a la intérprete una de las mejores interpretaciones en su carrera, sin embargo, aquí Arteta falla en todos los escenarios posibles.

    En Socias en guerra están presentes temas importantes como el apoyo femenino, la fraternidad y, sobre todo, la lealtad de una amistad. Todo esto se valora sin duda, pero el aderezo de estos tópicos está lleno de chistes malos y burdos, un pésimo timing para la comedia de parte del trio protagonista, y eso que Rose Byrne ha probado suerte en otras comedias demostrando talento nato para el género.

    De la misma manera, Hayek evidentemente interpreta a una caricatura, ya que su Claire Luna tiene una dentadura postiza, una cantidad de amaneramientos que rayan en la payasada y que la convierten en la villana de la historia. La culpa no es de Salma ni de Rose, sino de un guion ramplón, barato y escrito con pereza terrible. Una pena porque esto pude haber sido un vehículo de lucimiento para ambas actrices. En el caso de Tiffany Haddish, quien al parecer se interpreta a ella misma, lo único que se puede decir es que es increíblemente irritable y no hay una pizca de empatía en su persona hacia el espectador.

    Socias en guerra es un filme de encargo inconsistente, mal estructurado y sobre todo pesimamente ejecutado, más que una adición genuina al género de la comedia o como empuje al Girl Power. Una lástima. Esperamos que Arteta vuelva a esas historias más íntimas que le salen mejor.

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