Feral cuenta la historia de un pueblo de la sierra oaxaqueña en donde existe un misterioso lugar al cual nadie se acerca debido a las diversas leyendas y malas supersticiones que provoca con solo nombrarlo. Se trata de una humilde y abandonada casa que sirvió como residencia para niños salvajes y rechazados que vivían en la sierra, dejados a su suerte en medio del bosque. El albergue se abrió en 1982, por el sacerdote y psicoanalista Juan Felipe de Jesús, un hombre honesto y dedicado que rescataba a los pequeños niños, de edades entre 3 y 14 años, para darles un lugar donde vivir, comer, trabajar y estudiar. El sacerdote documentó los nuevos ingresos y el progreso de los niños a lo largo de un año para que tarde o temprano se reintegraran a la sociedad. Este proceso se vio interrumpido cuando él y los niños murieron en trágico incendio. Hoy sólo quedan las cintas de video como testigo de los hechos de lo que los habitantes del pueblo más cercano prefieren callar.