Los chatinos son un pueblo indígena de México procedentes del sureste del estado de Oaxaca, dedicados, principalmente, a la agricultura, la cual depende en gran medida al clima de la zona. Las difíciles condiciones han llevado a la población a emigrar a zonas cercanas para trabajar en plantaciones de café. Para los chatinos, la vida se rige con principios religiosos y cargos civiles otorgados a un consejo de ancianos, quienes fungen como la máxima autoridad. Dentro de esa población, muchas mujeres se ven obligadas a viajar largos trayectos diarios para sustentar a sus familias. Es el caso de Alberta, Julia y Catalina, tres mujeres de origen chatino, quienes deben abandonar su pueblo para trabajar en zonas de Oaxaca. Entre la venta y preparación de comida y trabajos en cultivos de limón, las tres mujeres son discriminadas y relegadas a terribles condiciones, pero ellas no se rinden en su objetivo de ofrecerles una vida mejor a sus respectivas familias.