Felipe Hernández lleva 16 años viviendo y trabajando en Brooklyn, Nueva York. Trabaja tres turnos con un salario realmente bajo y colecta botellas de vidrio para revenderlas y poder enviar algo de dinero a su familia en México. Pero la vida como migrante no es fácil: se siente solo, extraña a su esposa, a sus hijos y a su país. Después de mucho dudarlo toma la decisión de regresar, pero al comunicársela a sus familiares, estos le hacen saber que prefieren se quede por allá. Han malgastado el dinero que Felipe les ha enviado a lo largo de los años, están endeudados y les resulta más conveniente que el hombre siga trabajando y enviando dólares cada mes. Felipe llegará a una verdadera encrucijada en la que tendrá que decidir qué hacer. Ya me voy fue filmada a manera de documental durante más de dos años en el corazón de Brooklyn, pero incorporando elementos de ficción.