Crítica de SensaCine.com.mx para ¿Qué harás cuando el mundo esté en llamas?: La imborrable huella del racismo yanqui

Ronaldo es un chico afroamericano de 13 años que vive en un barrio negro de Estados Unidos marcado por los ataques hacia la comunidad afroamericana. Deambula entre tener una vida con preparación o caer en el mundo de la venta de drogas y violencia. A pesar de la inestabilidad que la pubertad puede dar, algo tiene claro: Debe saber defenderse ante una sociedad estadounidense que es racista y donde las autoridades son cómplices de ello.

A través de tres historias, ¿Qué harás cuando el mundo esté en llamas?, quinto trabajo del director italiano Roberto Minervini, explora los estragos del racismo en la Unión Americana, la opresión que este problema social puede generar en comunidades marginadas del país yanqui, además de una constante violación hacia sus derechos.

En cada una de estas narrativas, Minervini representa al racismo como parte de una rutina para sus personajes, tanto para el puberto indeciso, como para la mujer que busca retener su propiedad y, por último, el nuevo grupo de autodefensa de las Panteras negras. Se trata de una problemática heredada mucho antes de su nacimiento y en la que inevitablemente están inmersos.

En el testimonio de distintos participantes, existe un factor común: el reclamo de justica ante la impunidad de los crímenes contra el sector afroamericano, protección hacia la comunidad y la complicidad de un gobierno que permite prácticas de abuso hacia ese sector de la población.

El racismo es un problema que aqueja a las sociedades de la actualidad, no sólo en Estados Unidos. En México, es un tema que no suele tener la atención adecuada o existe un tabú por ponerle esta etiqueta ante situaciones evidentes. El ejemplo más claro fue el fenómeno de Roma y los constantes comentarios despectivos hacia su protagonista Yalitza Aparicio.  

¿Qué harás cuando el mundo esté en llamas? se suma a una ola de expresiones artísticas como El infiltrado del KKKlan, Cómo nos ven, Moonlight, entre otras, donde esta problemática es el foco de atención y demuestra que existe una necesidad de exponerla, ya sea en el cine o la televisión, pero que también muestra una huella imborrable que ha formado parte de la historia yanqui desde sus inicios.