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    Herencia maldita
    Críticas
    4,0
    Muy buena
    Herencia maldita

    La nueva obsesión de los amantes del terror

    por Iván Romero

    Suena reiterativo, pero el género del terror sigue experimentado diversas vertientes y vive uno de los mejores momentos en la industria con el objetivo de contarnos nuevas historias, quizá con los mismos recursos (o incluso menos), pero los sustos y el gore se han quedado de cierta manera atrás y le han dado el pase a la introspección, los dolores del ser humano, los arrepentimientos, las redenciones, a esos fantasmas que de pronto aterran más al individuo que un asesino en serie o alguna puerta que se abre sin razón. Midsommar, El legado del diablo, La bruja, It Follows, ¡Huye!, entre muchos otros títulos han abierto la discusión sobre lo que la audiencia quiere ver en pleno 2020. No necesitan de grandes presupuestos, pero sí de un texto sólido y actores que resultan una revelación al salirse de su zona de confort en la mayoría de los casos.

    Relic es la ópera prima de la cineasta Natalie Erika James y es protagonizada por tres generaciones de actrices: Emily MortimerRobyn Nevin y Bella Heathcote, esta última intérprete australiana de 33 años que tiene en su haber créditos en películas como El demonio neónEl profesor Marston y la Mujer Maravilla o Sombras tenebrosas. Estas tres mujeres le dan vida a un relato de suspenso sumamente descorazonador, pero lleno de suspenso de principio a fin.

    Kay (Mortimer) y su hija Sam (Heathcote) viajan a la casa de Edna (Nevin), madre de Kay y abuela de Sam. El motivo: la desaparición de Edna de la nada. El hogar se encuentra con las puertas abiertas, llena de moho y los policías ya no saben dónde más buscar. El lugar se ubica en el bosque y la edad de Edna es considerable para dejarla tanto tiempo sola. Al parecer la relación de Kay con su madre no era la mejor y todo esto sale a relucir cuando de la nada Edna regresa al hogar como si no hubiera pasado nada. La historia familiar y los remordimientos de años atrás empiezan a carcomerse a las tres generaciones sino hacen algo por hacer las paces con sus demonios.

    Antes que nada, llama la atención el paso de Relic por el Festival de Cine Sundance 2020, con una muy buena recepción y también resalta que detrás de ella funge como productor Jake Gyllenhaal y los hermanos Joe y Anthony Russo. Fuera de esto hay muchos puntos a favor de la película, pero hay que señalar primero sus debilidades.

    Es cierto que Relic tiene una narrativa lineal, sencilla, sin vericuetos y esto podría ser considerado por aquellos de paladar exquisito como un talón de Aquiles. Por otro lado, la ambigüedad del relato podría dejar con un sabor un tanto amargo, ya que no cumple antojos ni tampoco está hecha con una pretensión artística mayor a la de otras propuestas del género; esto quizá juegue en su contra analizándolo a detalle, pero nada más.

    En Relic, de la misma manera que en El legado del diablo de Ari Aster, se habla sobre la familia, pero, sobre todo, del cuidado y abandono a cualquier ser amado. Ahí, justo en los errores que puede cometer cualquier ser humano al dejar pasar los pequeños detalles, generar remordimientos y por ende, heredarlos. Contar de más podría echar a perder la experiencia del espectador, por lo que es importante ir con la menor información y la sorpresa sin duda recompensará la expectativa de la recomendación.

    Relic habla sobre la demencia, también, teniendo de fondo una tensión palpable desde que inicia hasta su desolador acto final. Esto genuinamente creado por su directora, quien demuestra oficio en la cámara y el montaje. Hay secuencias claustrofóbicas, agobiantes y escalofriantes y sustos para los amantes del género, además de una constante incomodidad, pero en esta película hay una muy triste historia envuelta en una sólida propuesta de horror. Un filme imperdible que se suma a la nueva ola de cintas de terror de calidad.

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