Es la segunda ocasión que Carlos Bremer funge como productor de una cinta mexicana. En ambas ocasiones, sus historias estaban involucradas en el beisbol, como es el caso de esta cinta y de la anterior El juego perfecto (2009)
Presente en Toronto, Canadá, como parte de las actividades del Mes de la Herencia Hispana de dicho país.
Tuvo el apoyo de la MLB de Estados Unidos, quienes permitieron filmar escenas en el legendario Dodger Stadium, de Los Ángeles.
La cinta se presento en diversos festivales como el Festival de Cine de Guadalajara y el festival Hola México de Los Ángeles, entre otros.
Se filmo en locaciones de Monterrey, México y de Los Ángeles, California,