El término Caballerango hace alusión a un mozo que cuida, prepara y ensilla a los caballos de las haciendas, cuyas tareas incluyen su alimentación, salud, limpieza del animal y revisión de cascos, entre otras. Nando era un joven caballerango, el hijo más pequeño de José, un criador de caballos de toda la vida y cuyas enseñanzas y aprendizajes trató de incluir desde la infancia de Nando. La familia de José se ha dedicado a dicha actividad desde generaciones muy antiguas, pero ninguna había tenido que enfrentar la tragedia de este patriarca: el suicidio de su hijo. Es en la pequeña población rural mexicana de Milpillas, donde la familia y diversas personas de la ciudad recuerdan el último día de Nando, la discusión fuerte con José y las consecuencias que toda la comunidad parece estar enfrentando luego del suceso, que los ha puesto a analizar sus opciones sobre las tradiciones antiguas y el mundo moderno en constante transformación.
La vida es para los valientes
por Octavio Alfaro