En la tarde del 15 de noviembre de 2017, los medios norteamericanos dedicaban enorme cobertura al descubrimiento del cuerpo sin vida de uno de los artistas juveniles que más éxito estaba cosechando, el rapero Lil Peep. Con el documental Everybody’s Everything, dirigido por Sebastian Jones y Ramez Silyan, trata de encontrar la forma en que se desarrollaron los momentos previos a la muerte del joven, de tan sólo 21 años, víctima de una sobredosis y mezcla de drogas. A lo largo de varias entrevistas, con prácticamente todas las personas que fueron parte de su vida en algún momento, la historia de Lil Peep, nacido con el nombre de Gustav Elijah Ahr, narra a un niño tímido y vulnerable, que, de cualquier forma, desafió una serie de suposiciones sobre la música y el rap. Adolescente marginado, sorprendió a conocidos y amigos cuando se aventuro en desarrollar una carrera de músico, caracterizado en el rap, pero con influencias en el emo y el punk, quien abandono la escuela cuando su demo, publicado gratis en SoundCloud, comenzó a llamar la atención y le genero miles de admiradores alrededor del mundo, muchos de los cuales se sentían igual de intimidados que él, hacia todo lo que les rodeaba.