Tuvo su premier mundial en el Festival de Cine de Sitges, en octubre de 2018.
La cinta se filmo con un presupuesto de 30,000 dólares, considerado casi infimo para una producción cinematográfica. El aspecto visual de la misma, uno de los aspectos más aplaudidos, se logro filmando en una villa remota en el norte de Portugal.
Filmada a lo largo de 30 días, el equipo de filmación consistió en tan solo 5 personas, incluyendo al reparto. El propio director realizó los efectos de maquillaje y maquillo personalmente a todos los actores.
La ubicación principal de la película fue un molino de piedra de 200 años, que alguna vez se usó para moler trigo y convertirlo en harina.
El compositor Nick Soole se acercó a la partitura de la película como si tuviera lugar en un planeta medieval. Quería que hubiera una sensación de algo de otro mundo e inquietante en la música de la película.