Unos días antes de comenzar a grabar, Laura Londoño se enteró de que estaba embarazada por lo que hubo temor de que en ciertas escenas se notara, pero esto se solucionó en postproducción y con escenas bien coreografiadas.
Una escena donde debía haber lluvia no se pudo grabar porque llovia tan fuerte que les fue imposible colocar las luces.