Ali es una cinta biográfica y de drama, dirigida por Michael Mann, que coloca la historia en 1964, momento en el cual aparece un nuevo y carismático boxeador, descarado, arrogante y recién ganador de la medalla de oro olímpico llamado Cassius Clay. Su imagen audaz y franca comienza a atrapar la atención de los afroamericanos e irritar a los tradicionales del deporte, especialmente cuando el joven es capaz de decir, sin titubeos ni tapujos, que él es el mejor boxeador de todos los tiempos. El problema para sus críticos es que el joven demuestra su enorme talento en cada enfrentamiento en el cuadrilátero, batiendo a cuanto rival le presentan. De la misma forma, su vida personal no es carente de escrutinio ni señalamientos, desde su amistad con el activista Malcolm X hasta su lealtad a la nación del islam, abandonando su nombre, por considerarlo de esclavo y asumiendo el de Muhammad Ali. Pero cuando su carrera deportiva se encuentra en la cina, Ali se enfrenta a nuevas políticas federales, las cuales obligan que deba presentarse para su inducción durante la guerra de Vietnam, provocando en él una reacción que no pasará desapercibida.