Para mediados de la década de los años 80, Miguel tuvo que abandonar su país Líbano y autoexiliarse en España, para poder tener la vida que quería. La decisión no fue fácil, pero él consideraba que era lo correcto, siendo un joven con conflictos sobre su identidad nacional, religiosa y sexual, dentro de una familia adinerada, cuyo padre era un católico conservador y su madre era una figura autoritaria. En la ciudad de Madrid, posterior a la época de Franco, Miguel pudo llevar una existencia abiertamente homosexual, donde pudo crear una carrera como artista. Sus primeros años fueron una orgía de excesos y ruptura de tabúes, hasta que entre en un colapso del que parecía ser incapaz de salir. Cuando finalmente recuperó el camino y se lanzó a un nuevo comienzo, comprendiendo así que había algo pendiente de su pasado por resolver y que no lo dejaría de perseguir hasta que lo enfrentara. En el documenta Miguel’s War, la cineasta Eliane Raheb acompaña a Miguel a su regreso a su país natal, tras 37 años de ausencia, para enfrentar a su familia, su comunidad y todo tipo de fantasmas de su pasado.