En 1992, el joven jugador de baloncesto colegial, Christian Laettner, hacía historia al convertirse en el primer colegial en formar parte del ‘Dream Team’ que consiguió la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Barcelona. Laettner había hecho su propia historia como el líder del equipo de Duke ganara dos campeonatos nacionales previamente y haber realizado el tiro final ganador para su equipo, considerado como el más dramático en la historia de los torneos de la NCAA. Parecía tenerlo todo, inteligencia, juego, apariencia, pero Laettner también se convirtió en el blanco de odio; primero para fanáticos y jugadores de equipos rivales y, posteriormente, para todos los aficionados del baloncesto. En el episodio I Hate Christian Laettner, de la serie documental 30 for 30, se explora la carrera del jugador, uno que también fue sucio con los rivales, mal compañero para los aliados y cuyo éxito en las canchas ha sido señalado como resultado del privilegio, la raza, la intimidación y la apariencia física.