En el documental The Oxy Kingpins, dirigido por Brendan Fitzgerald (The Alli Show), en los primeros minutos se entrevista a un antiguo traficante de drogas que explica, con tranquilidad, lo sencillo que era conseguir OxyContin, un opioide recetado sumamente adictivo, especificando, además, la velocidad con la que se vendía. En los momentos más críticos de la crisis de los opioides en Estados Unidos, en 2015, era clara la facilidad con la que una persona podía conseguir un medicamento Oxy de una clínica, sin necesidad de identificación. En los siguientes minutos, el documental se enfoca en mostrar cómo, a pesar de que la culpa fue atribuida a los comerciantes, farmacéuticos y médicos, los ejecutivos de dichas corporaciones encontraron la manera legal para salir inmunes de la crisis. Así, Fitzgerald acompaña a un abogado para encontrar y mostrar la forma en que la epidemia creció sin control y cómo algunas reformas nuevas parecen dirigirse por el mismo camino.