En la madrugada del 12 de junio de 2016, varias personas escucharon disparos en la discoteca Pulse de Orlando, un club nocturno para miembros de la comunidad LGBT. Un hombre, Omar Mateen, entró al recinto fuertemente armado para disparar a los visitantes del club, sin distinción o preferencia, pero centrando su atención en aquellos que corrían a las salidas. El atentado causó la muerte de 49 personas y más de 50 heridos. Un día después de la tragedia, el sacerdote y periodista James Martin publicó un video en sus redes sociales, donde hacía un llamado a la solidaridad con las personas de la comunidad, una reflexión sobre la tolerancia, aceptación y apoyo que se volvió viral a las pocas horas. Poco después, Martin publicó un libro sobre la misma idea y las opciones que la iglesia católica tenía para tener una relación de respeto y compasión hacia la comunidad, lo que lo llevó a ser considerado como un hereje entre las facciones más conservadores de la cristiandad en el país. El documental Building a Bridge, de los cineastas Evan Mascagni y Shannon Post, sigue la travesía del sacerdote en hacer llegar el mensaje de Jesús, de amor y aceptación, hacia una de las comunidades más golpeadas por la iglesia católica.