Poco más de seis meses después de que sucedieron los ataques a las Torres Gemelas de Nueva York, el 11 de septiembre de 2001, la CIA logro capturar un objetivo que consideraban clave en los atentados, el supuesto terrorista Abu Zubaydah, a quien el gobierno nombraba como una de las cabezas de Al Qaeda. Temiendo una segunda ola de ataques terroristas, la CIA llevo al prisionero a una base secreta en Tailandia, un oscuro agujero donde enfrento al psicólogo retirado de la Fuerza Aerea, James Mitchell, quien, argumentando que Zubaydah había sido entrenado para resistir los interrogatorios y ocultar información vital, decidió implementar un nuevo programa, el EIT, una serie de técnicas mejoradas de interrogatorio, que, en realidad, se trataba de tortura pura. Con el documental Prisionero para siempre, el reconocido cineasta Alex Gibney (Steve Jobs: The Man in the Machine), sigue el recorrido de este prisionero, que nunca ha sido acusado de un delito formalmente, inmerso en una de las historias más oscuras de Estados Unidos.