La película usó tecnología de estilo Deepfake para cambiar más de 30 diálogos con la palabra "f*ck", para llevar a la película de clasificación R a PG-13.
La película está protagonizada por Grace Caroline Currey, Virginia Gardner, Mason Gooding y Jeffrey Dean Morgan.
Volver a filmar las escenas con palabras "f*ck* habría costado millones de dólares y tomado varias semanas, si no meses.