Un buen año

En la comedia romántica Un buen año, dirigida por Ridley Scott (La caída del halcón negro), Max Skinner es un habilidoso y exitoso corredor de inversiones con base en Londres, Inglaterra, quien siempre ha recurrido a acuerdos poco caballerosos para hacer crecer su negocio y su fortuna. Con los años, se ha convertido en un hombre obsesionado únicamente en su trabajo, por lo que, cuando le llega la notificación que su tío Henry ha muerto, poco parece importarle. Sin embargo, debido a unos vacíos legales, siendo el único familiar vivo, Max hereda una mansión de Provenza, Italia, que también incluye un enorme viñedo. Él recuerda con cariño los momentos que paso en la mansión durante su infancia, luego de la muerte de sus padres, pero su interés, en la actualidad, es vender el lugar tan pronto sea posible. Pero cuando llega al lugar, poco a poco empieza a revivir mejores momentos, empieza a preocuparse por renovar el lugar y mejorar las ventas del vino que produce y se enamora de una empresaria culinaria que le enseña a valorar cosas más importantes de la vida.