Sin dejar huella

Aurelia (Tiaré Scanda), una mujer del norte de México que abandonó la escuela secundaria y tiene dos hijos, abandona su vida como costurera de una maquiladora, después de robar la droga de su novio, vendiéndola y dirigiéndose a Cancún en su camioneta con el dinero. En una parada de camiones de Veracruz, Marilú (Aitana Sánchez-Gijón), que se dedica a traficar arte prehispánico, se acerca a Aurelia, hablando con acento castellano y usando Gucci. Marilú también está a la fuga, tratando de evitar la cárcel y escapar de un investigador federal corrupto, así que convence a Aurelia de dejarla acompañarla en su viaje. En el camino, pronto empiezan a ocurrir cosas cada vez más sospechosas que hacen evidente que las están siguiendo, pero ¿quién? Y exactamente, ¿a cuál de las dos? En Sin dejar huella, ¿pueden las mujeres confiar lo suficiente entre sí para trabajar en equipo? ¿Hay honor entre los ladrones?