En la segunda temporada, la historia se traslada de Mapleton a Miracle, una ciudad que no sufrió ninguna pérdida durante la "Ascensión". Miles de fanáticos viven acampando a las afueras de la ciudad debido a los estrictos procedimientos que existen para convertirse en nuevos residente. Kevin y Jill se mudan a esta ciudad junto con Nora y Lily, la hija de Wayne que Tom abandonó en la puerta de su casa. Ahora que Nora y Kevin están en una relación, el pasado de él comienza a torturarlo presentándose en siniestras visiones. Laurie abandona a los “Culpables Remanentes”, mientras que su hijo Tom se ha infiltrada al culto para intentar desmoronarlo. Meg se convierte en la nueva líder de la secta y hará todo lo que está en sus manos para mantenerla de pie. Jill continúa sin perdonar a su madre.