Cuando Sarah Manning es testigo del suicidio de una desconocida que se parece a ella, decide huir de una vida de malas decisiones haciéndose de la cuenta bancaria de la muerta. Sin embargo, pronto se ve envuelta en una conspiración mortal donde descubre que es un clon. Con la revelación de que ella y las demás compañeras de orfanato también son clones, Sarah solo quiere obtener en sus manos más dinero y escapar de la ciudad. Pero el falso engaño de Sarah como detective corre peligro cuando los policías encuentran el cadáver que ella misma enterró y asignan el caso a Beth.