Después de la inesperada muerte de su padre, Chava e Isabel Iglesias toman las riendas de los Cuervos, el equipo de fútbol de Nuevo Toledo. Durante el homenaje luctuoso, Chava da un emotivo discurso y declara a sí mismo el presidente del equipo; una furiosa Isabel lo enfrenta y decide convocar a la junta para revocar esta declaración pero las cosas no salen como lo planea, y por decisión unánime Chava termina siendo el nuevo presidente. Decepcionada, Isabel intenta alejarse del equipo trabajando en la fábrica de jabón de la familia, pero regresa a petición de Félix, vicepresidente de los Cuervos. Mientras tanto, Mary Luz, quien era la pareja actual de su padre, revela su embarazo a la familia Iglesias, lo que genera muchas dudas en la hija mayor de Salvador. Pronto las decisiones impulsivas de Chava como presidente del equipo comienzan a tener consecuencias con los patrocinadores y los propios jugadores.