Llamame Bruna

Raquel es una joven que proviene de una familia con un buen estatus económico, pero un día se cansa de vivir la misma rutina e impulsada por su espíritu rebelde decide irse de su casa para mudarse a la capital. Ahí en la capital, la joven decide solicitar trabajo en un prostíbulo de lujo y a pesar de que es menor de edad, la dueña decide aceptarla por el potencial que ve en ella. Stella junto a su hijo JR dirigen ese lugar que se ha vuelto bastante popular en Sao Paulo y con la llegada de Raquel, éste revoluciona por completo, pues la chica se convierte en la nueva estrella del sitio. Raquel deberá abandonar su nombre y se proclamará como Bruna, una joven más atrevida con su sexualidad que se convertirá en el sueño de los clientes. Aunque la joven en realidad ama su trabajo, también padecerá una serie de complicaciones, pues en el mundo de la prostitución y las escorts no hay del todo una seguridad y será atacada por algunos clientes y saboteada por sus mismas compañeras que le tienen envidia por haberse vuelto tan popular y quitarles a sus clientes. Bruna no se dejará intimidar por lo que le suceda y se aferrará a esta carrera que la deja ser tal cual.