Durante esta temporada, los Hammond siguen tratando de adaptarse a la nueva dieta zombie de Sheila, mejorando notablemente la técnica a la hora de cometer asesinatos. Sheila busca desesperadamente mantener una vida normal y convencerse a sí misma de que no es un monstruo. Desafortunadamente, la cantidad de personas desaparecidas en Santa Clarita ha comenzado a levantar sospechas y podría poner en peligro la búsqueda de la fuente del virus y su posible cura.