A pesar del comienzo difícil en la noche de apertura, las Gorgeous Ladies of Wrestling consiguen que la cadena de televisión apruebe la producción del show. Pero pronto, la estricta supervisión de la producción y los contratos no tan favorables, hacen que Sam comience a dudar sobre si podrá producir un programa de tal magnitud. Ruth comienza a tomar algunas decisiones difíciles por el beneficio del show y el de las chicas, lo que provoca muchos problemas con el nuevo director, que no piensa darle crédito por su talento. Sin embargo, la situación termina inspirandola y decide buscar la manera de convertirse en la única productora del show. Las chicas se mantienen más juntas que nunca después de enfrentar la partida de Cherry.