Cansadas de la situación, Beth, Annie y Ruby deciden robar un supermercado para conseguir un poco de dinero que las ayude a mantener a sus familias. Aunque el accidentado plan termina siendo un éxito, sus identidades se ven comprometidas cuando se enteran que el gerente de la tienda descubre quiénes son. Por otro lado, se meten en más problemas cuando se enteran que el local que asaltaron ya era territorio de una pandilla local. Ahora tendrán que conseguir el dinero que consiguieron en su primer asalto ya que deben entregárselo a la pandilla, lo que significa que deberán planear un nuevo atraco. Mientras todo esto sucede, las mujeres se enfrentarán a problemas familiares que las llevarán a su punto de quiebre.