Después de una larga ausencia, en esta segunda temporada Eric está cerca de Belém do Pará, en una reserva natural protegida por la población autóctona y codiciada por los buscadores de oro. Allí descubre que su hija, Luna y Cuca llevan un tiempo viviendo allí para revivirla. Eric quiere volver inmediatamente a Río de Janeiro con Luna, pero se da cuenta de que su hija tiene una misión más importante entre manos. Además, al intentar protegerla, se convierte en un peligro para el delicado equilibrio entre la naturaleza y los seres sobrenaturales.