Sunja debe tomar su propio futuro entre sus manos, pues luego de que Isak es arrestado, se da cuenta que ha perdido para siempre a su esposo, pues no hay manera de sacarlo vivo de aquella prisión en la que ahora está cautivo. A pesar de hablar muy poco japonés y ser constantemente juzgada por el resto, Sunja toma la decisión de comenzar a vender kimchi, pues es lo único que puede hacer por el momento para poder ganarse el sustento y mantener a su pequeño. La segunda temporada explorará la siguiente travesía para esta matriarca, la cual vivió años bastante complicados, turblentos y en los que experimentó una serie de altibajos que la han llevado a que su línea familiar prevalezca. Sunja se verá orillada a tomar decisiones controvertidas cuando Japón se vea azotado por la Segunda Guerra Mundial, mientras que en el año de 1989, en Tokio, Solomon debe seguir abriéndose camino y encontrar la forma correcta de hacer lo que más quiere, por lo que explorará nuevos y diversos caminos.