Es septiembre de 1914. Durante varias semanas, los combates han sido intensos. En un pequeño pueblo del este de Francia, a pocos kilómetros de la zona alemana, cuatro mujeres se ven arrojadas al corazón del horror: Marguerite, una prostituta parisina tan misteriosa como extravagante de la que se sospecha que es una espía; Caroline, esposa de Victor Dewitt, propietario de una fábrica de automóviles, pasó al frente de la compañía y se ve propulsada al frente del negocio familiar, un reto colosal e inédito para una mujer de principios de siglo; Agnès, madre superiora de un convento requisado y transformado en hospital militar. Abrumada por la afluencia de heridos, Agnès está más atormentada y cuestiona sus opciones de vida; y Suzanne, una joven enfermera feminista que huye de un aborto que salió mal.
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