Luego de que Molly desata la furia de un grupo de billonarios, ésta decide renunciar a su puesto como directora desata Fundación Wells y opta por esconderse en una isla privada junto a su asistente Nicholas. Molly simplemente decide aislarse y encapsularse en algunos lujos, pero su equipo de la Fundación logra rastrearla y buscarán la manera de hacerla regresar y sobre todo continuar con su promesa de donar toda su fortuna. Molly nuevamente se encontrará en una encrucijada en lo laboral como lo personal, pues su relación con Arthur pareciera estar en un punto muerto y sin retorno, pero ¿realmente decidirán a renunciar a sus sentimientos? ¿Qué hará Molly?