La docuserie se centra en el trabajo realizado por Macchiarini, quien se propuso revolucionar la industria de la medicina regenerativa en el año de 2011 al implantar una serie de tráqueas de plástico en pacientes desesperados por obtener una cura y recuperar su bienestar. Sin embargo, Macchiarini mintió acerca de su investigación y tres de los pacientes que trató lamentablemente murieron, mientras que al cuarto de ellos les quitaron la tráquea artificial más adelante en el proceso. Un tribunal de apelaciones sueco condenó a Macchiarini y lo sentenció a dos años y medio de prisión, a pesar de que negó haber realizado cualquier acto delictivo.